Foto da Web
Na utopia que me move, trazendo
esperanças de uma civilização realmente civilizada, escrevo e compartilho! Que
o Gênesis aqui proposto venha a ser contemplado por nós.
Na nova Criação Planetária vamos
do primeiro dia formando o Planeta da Paz até o sétimo com a finalização do
Planeta de Deus. Muito bom ter essas leituras e compartilhar saberes com
pessoas como você Leonardo Boff que nos humaniza, nos transforma, nos
transcende, como assim deve ser no caminho da espiritualidade.
El sueño de una civilización realmente planetaria
22/04/2013
El desamparo actual que se ha adueñado de un gran
sector de la humanidad se deriva en parte de nuestra incapacidad de soñar y de
proyectar utopías. No cualquier utopía, sino aquellas necesarias que pueden
transformarse en topías, es decir, en algo que se realiza, aunque
imperfectamente, en las condiciones de nuestra historia. En caso contrario,
nuestro futuro común, el futuro de la vida y de la civilización, corren graves
peligros.
Tenemos, por lo tanto, que intentar todo para no
llegar demasiado tarde al verdadero camino que podrá salvarnos. Ese camino pasa
por el cuidado, por la sostenibilidad, por la responsabilidad colectiva y por
un sentido espiritual de la vida.
Me valgo de las palabras inspiradoras de Oscar
Wilde, el conocido escritor irlandés, que dijo acerca de la utopía: «Un mapa
del mundo que no incluya la utopía no es digno de ser mirado, pues ignora el
único territorio en el que la humanidad siempre atraca, partiendo enseguida
hacia una tierra todavía mejor… El progreso es la realización de utopías».
Pertenece al campo de la utopía proyectar
escenarios esperanzadores. Vamos a presentar uno, de Robert Müller, alto
funcionario de la ONU durante 40 años, que fue llamado también «ciudadano del
mundo» y «padre de la educación global». Era un hombre de sueños, uno de ellos
realizado al crear y ser el primer rector de la Universidad de la Paz, creada
en 1980 por la ONU en Costa Rica, único país del mundo que no tiene ejército.
Él imaginó un nuevo relato del Génesis bíblico: el
nacimiento de una civilización realmente planetaria en la cual la especie
humana se asume como especie, junto con otras especies, con la misión de
garantizar la sostenibilidad de la Tierra y cuidar bien de ella así como de
todos los seres que en ella existen. He aquí lo que él llamó el «Nuevo
Génesis»:
«Y vio Dios que todas las naciones de la Tierra, negras y blancas,
pobres y ricas, del Norte y del Sur, del Oriente y del Occidente, de todos los
credos, enviaban sus emisarios a un gran edificio de cristal a orillas del río
del Sol Naciente, en la isla de Manhattan, para estudiar juntos, pensar juntos
y juntos cuidar del mundo y de todos sus pueblos.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el primer
día de la Nueva Era de la Tierra.
Y vio Dios que los soldados de la paz separaban a los
combatientes de las naciones en guerra, que las diferencias se resolvían
mediante la negociación y el raciocinio y no por las armas, y que los líderes
de las naciones se encontraban, intercambiaban ideas y unían sus corazones, sus
mentes, sus almas y sus fuerzas para el beneficio de toda la humanidad.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el segundo
día del Planeta de la Paz.
Y vio Dios que los seres humanos amaban a la totalidad de la
Creación, las estrellas y el sol, el día y la noche, el aire y los océanos, la
tierra y las aguas, los peces y las aves, las flores y las plantas y a todos
sus hermanos y hermanas humanos.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el tercer
día del Planeta de la Felicidad.
Y vio Dios que los seres humanos eliminaban el hambre, la
enfermedad, la ignorancia y el sufrimiento en toda la Tierra, proporcionando a
cada persona humana una vida decente, consciente y feliz, controlando la
avidez, la fuerza y la riqueza de unos pocos.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el cuarto
día del Planeta de la Justicia.
Y vio Dios que los seres humanos vivían en armonía con su
planeta y en paz con los demás: gestionando sus recursos con sabiduría,
evitando el despilfarro, frenando los excesos, sustituyendo el odio por el
amor, la avaricia por el darse por satisfecho, la arrogancia por la humildad,
la división por la cooperación y la suspicacia por la comprensión.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el quinto
día del Planeta de Oro.
Y vio Dios que las naciones destruían sus armas, sus bombas,
sus misiles, sus barcos y aviones de guerra, desactivando sus bases y
desmovilizando sus ejércitos, manteniendo sólo una policía de la paz para
proteger a los buenos de los malos y a los sanos de los enfermos mentales.
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el sexto
día del Planeta de la Razón.
Y vio Dios que los seres humanos recuperaban a Dios y a la
persona humana como su Alfa y Omega, reduciendo a las instituciones, creencias,
políticas, gobiernos y demás entidades humanas a su papel de simples servidores
de Dios y de los pueblos. Y Dios los vio adoptar como ley suprema aquélla que
dice: «Amarás al Dios del Universo con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. Amarás a tu bello y maravilloso planeta
y lo tratarás con infinito cuidado. Amarás a tus hermanos y hermanas humanos
como te amas a ti mismo. No hay mandamientos mayores que éstos».
Y dijo Dios: “Eso es bueno” . Y ése fue el séptimo día del
Planeta de Dios».
Si en la puerta del infierno de Dante Alighieri
estaba escrito: «Abandonad toda esperanza, vosotros que entráis», en la puerta
de la nueva civilización en la era de la Tierra y del mundo planetizado estará
escrito en todas las lenguas que existen en la faz de la Tierra: «No abandonéis
nunca la esperanza, vosotros que entráis».
El futuro pasa por esta utopía. Sus albores se
anuncian ya.
Inverno de 2013 PROF.VERAMONTEIRO
Veja mais....
Site fonte